Relax, felicidad y un lugar con encanto


       ¡Vengo con energías totalmente renovadas! Han sido tres semanas de locura y agobio con el Máster y todavía teníamos pendiente la celebración del cumpleaños de una amiga, así que se le ocurrió la magnifica idea de irnos a la casa que tiene en Sanlúcar de Barrameda a pasar el fin de semana juntos.
        Coche cargado maletas, compra grande del súper, amigos y sobretodo muchas ganas de relax y risas fueron los puntos claves con los que el viernes, después de clase, partimos hacía ese maravilloso pueblo blanco.

         ¿Sabéis esa sensación de que olvidáis el mundo y sólo sois capaces de ser felices? Pues algo así me (o, nos) ha pasado este finde… Quizás fue la brisa del mar que nos inundó de paz, o una casa preciosa que nos acogía con los brazos abiertos, o la compañía de gente con la que no puedes para de reir; o quizás ha sido todo en su conjunto. El caso es que necesitaba justamente esto y ha superado con creces mis expectativas.
     Por eso quiero compartir con vosotros estos pequeños momentos que, al fin y al cabo, son los que nos recuerdan que la vida es un conjunto de pequeños momentos…




Atardecer en La Calzada




Terraza ático del Hotel Guadalquivir






Bar Balbino, en Plaza Cabildo. ¡Las mejores tortillitas de camarones que he probado nunca!



Plaza de abastos. ¡Qué pescaito frito más rico compramos y qué bien lo prepararon Reyes y Adri!







Palacio de los duques de Medina Sidonia. Aquí tuvimos un momento de soledad cada uno que fue mágico…






Bajo de Guía

Y por último, y con el permiso de sus dueños, os enseño la casa de mi amiga. Una de esas casas que tienen historia y que tanto me gustan…













         En 1590 los frailes Mínimos de San Francisco de Paula llegaron a Sanlúcar de Barrameda, a instancia del Séptimo Duque de Medina Sidonia, Alonso Pérez de Guzmán, y en 1614, Marina de Almonte los instituye herederos universales de toda su fortuna, con la que pudieron levantar el convento de la calle Tartaneros.

     Con la llegada de los franceses a España, el convento se convierte en el lugar donde se alojaron las tropas y el edificio resultó bastante dañado. Tras la marcha de los franceses, los frailes volvieron al mismo hasta que, con la desamortización, fue vendido a Antonio Otaolaurruchi, y en enero del año 1989 se hace el encargo de la obra de restauración del antiguo Convento de Ntra. Sra. de la Victoria, para convertir parte del mismo en el Centro Cultural La Victoria, obra que comenzó el año 1991 y con la que se rehabilitó el claustro del convento para viviendas.

          No me diréis que no tiene historia… Y encima Reyes, la madre de mi amiga, ha tenido un gusto perfecto para decorarla. Cada rincón tiene su encanto y está en total sintonía con el lugar. En fin, ¡que me enamoré de la casa!

          Y por ahora esto es todo… ¡¡Nos vemos pronto!! J

Comentarios

  1. Te quedo genial el post!!! solo superable por el fin de semana!!!!!

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  2. Que bonito,así si que se desconecta de verdad :) me encanta, me quedo por aquí si quieres pasarte por mi blog

    www.missladystark.com

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